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… t e r m i n a n d o

Para darle cierre a este capítulo y dejar que la madre nos atraviese el cuerpo una vez más, te invito a que realices este ejercicio de integración y reconciliación. Lo único que necesitas para lograrlo es estar dispuesto a abrir tu corazón y tu mente, para que los cambios pasen por ellos y lleguen hasta tu alma.

Puedes leer y grabar el paso a paso de esta meditación, para que luego te dediques a oírla y entrar en conexión con las palabras.

Antes de empezar puedes consagrar este ejercicio a la divinidad, cualquiera que sea con la que te conectas, para que te acompañe y te guíe. 

Recuerda: quien hace el trabajo aquí es tu alma. Ella siempre es amorosa y sabe el camino de regreso al hogar. Siempre.

Tú solo confía …

Pídele entonces a tu divinidad, a esa que habita dentro de ti que te ayude a ver, a soltar, a reconocer lo que necesitas a través de visualización, a llegar hasta donde necesitas llegar. A ser un instrumento de tu alma y a reencontrarte con tu verdadera esencia: Una que es más libre y que vive en paz interior.

Una vez sientas que estás en disposición, que tu mente está lista y que tu corazón está en sincronía, comienza esta meditación:

Encuentra un lugar en donde puedas estar en tranquilidad, soledad y comodidad. 

Empieza a reconocer cada emoción, cada sensación tanto corporal como emocional. Es posible que encuentres rabia, dolor, tristeza, todo se vale, todo hace parte de ti. Hazlo sin juzgar, sin intentar cambiarlo, reconociendo lo que es y sabiendo que todo es perfecto.

Puedes sentarte o acostarte de una manera que sea muy cómoda, pero garantizando que tu espalda esté recta, para que el flujo de la energía pueda pasar libremente a través de ti y logres conectarte con tu mundo interior.

Cierra tus ojos y empieza a poner tu atención en este momento presente, en los sonidos que hay, en tu respiración.

Siente y conéctate con ese juego del aire que entra y sale de tu cuerpo, que no está solo en tus pulmones, sino en cada una de las células que dentro de ti.

Con cada inhalación, conecta con los sentimientos y sensaciones que habitan en ti en este momento. 

Reconócelos, sin pretender cambiarlos. Sin juicios. Todo es perfecto.

Al exhalar, imagínate irradiando sentimientos de frescura, brillo y luz.

Imagina que estás parado al frente del mar.

Puedes sentir el sonido de las olas, el olor del agua salada, la sensación de la arena en tu cuerpo, la frescura de la brisa.

Entra en un estado de calma y gozo, en donde tu corazón está abierto para que la vida entre a él.

Respira e internamente di “gracias”.

El gozo hace parte de tu vida en este momento.

Estás seguro.

Estás a salvo

Disfruta.

Ahora, imagina que llega tu mamá y se para detrás de ti, a una distancia no muy lejana.

Está detrás de tu hombro izquierdo y puedes sentir cómo empieza a hacer parte del espacio que ahora comparten.

Reconoce qué te pasa cuando ella llega, qué cambia dentro de ti.

Tú no intentes cambiarlo, solo siéntelo.

Ahora, imagina que ella pone su mano en tu hombro izquierdo.

Empiezas a sentir un calor agradable, sientes que su energía empieza a entrar en tu cuerpo.

Imagina que un montón de chispas doradas salen de tu madre y entran a tu cuerpo por tu hombro.

Son chispas mágicas doradas de amor de mamá y empiezan a llenar todo tu ser.

Siente cómo empiezan a llenar tus brazos, suben por tu cuello y llenan tu cara interior, tu cerebro, todos tus pensamientos.

Donde antes había dudas, tristeza, reproches, rencor, miedo, ahora lo que hay son chispas mágicas de amor de mamá.

Al mismo tiempo empiezan a recorrer tu pecho, tu abdomen, tus caderas, tus piernas, tus pies, todo tu cuerpo está lleno de chispas doradas.

Siente cómo con fuerza y determinación recorren todo tu ser.

Tu mamá está dentro de ti. Con su fuerza, con la fuerza que tuvo un día para crear tu vida junto con tu papá y con la que tuvo para traerte a este mundo.

Siente que la fuerza de la vida que te viene de ella, está ahora en ti. 

Ese es su mejor regalo y tú lo tomas con amor.

Ahora pon tu atención en tu corazón energético.

Siente cómo se expande con toda esta energía.

Se siente a salvo, seguro.

Tú estás seguro.

Imagina que dentro de tu corazón se abre un cajón que está marcado con el nombre “mamá”.

Ábrelo, míralo, siente todo lo que hay guardado en este cajón.

Cuando lo abres sale todo el polvo y todo lo que ya no quieres para ti en relación con el vínculo con tu mamá.

Ahora, llena ese cajón con las chispitas mágicas doradas de amor de mamá.

Sonríe… date cuenta de que tu madre sigue allí, parada detrás de ti, dándote de lo que es y tú, tomándolo.

Cierra el cajón, pon tus manos en tu corazón y siente esta nueva sensación en ti: Ahora estás completo.

Respira muy profundo y dile a tu madre: “gracias por la vida que me diste. La tomo completamente. Te tomo y te honro”.

Disfruta el sentirte completo y con tu mamá en su buen lugar.

Atrás puede acompañarte siempre a que vayas a tu vida, porque la vida va hacia adelante.

Sigue disfrutando un momento más estas sensaciones en ti. 

Respira y disfruta.

Lentamente, vuelve a tu cuerpo, siente tus manos, tus pies, muévelos despacito.

Regresa aquí, ahora.

Eres una nueva versión de ti mismo, una que sabe tomar todo lo que la vida tiene para darle.

Despacio, abre tus ojos y respira profundamente por última vez.

Ojalá hayas disfrutado esta visualización llena de magia. Tomar a la madre es la promesa de estar en la vida manifestándote desde tu esencia. Tomando al padre (en unión con la madre) tomas la vida completamente.

* * *

RESUMEN DEL CAPÍTULO:

  • El vínculo con la madre es el más importante que tenemos, pues de ella nos viene la vida, fue quien tomó la decisión de que llegáramos a esta existencia, la cual la convierte en la metáfora de la misma. 
  • En Constelaciones Familiares lo que nos interesa trabajar es el vínculo, no el relacionamiento. Cuando como hijos tenemos bien puesto aquello que nos una a la madre y tomamos de ella su energía, podemos estar en la vida en plenitud.
  • Se toma la vida al tomar a los padres. Decirle sí a la vida, es tomarla completamente, con lo que nos gusta y no nos gusta de ella, asentir ante lo que hubiéramos querido que fuera diferente, pero resultó ser así y soltar el deseo de cambiar a la madre.
  • El movimiento interrumpido se restablece al volver simbólicamente a la madre, retornar al lugar donde nace la energía y que se convierte en la fuente de la vida.
  • Lo que nos impide tomar a la madre es la construcción infantil del reproche. Nos hacemos realmente adultos cuando soltamos los reproches hacia los padres.
  • Humanizar a la madre es reconocer su historia de dolor. Empezar a amar en orden es la posibilidad para retornar a nuestro lugar de hijos. Incluir el amor en oposición al rechazo, es la manera de tomarla.
  • El vínculo con la madre se materializa en:
    • El éxito y la abundancia.
    • La salud y el cuidado del cuerpo.
    • El dinero.
    • La pareja.
  • El movimiento que lleva a la resolución implica:
    • Respetar su vida y sus decisiones.
    • Soltar la idea de querer que fuera diferente.
    • Honrar su vida y su fuerza.
    • Agradecerle por la vida que nos dio al hacer algo bueno con ella.

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